Bip, Bip!
Suena el despertador, me pongo en pie de un salto.Cojo la ropa, con cuidado de no despertarle, está tan mono asi dormidito...
En diez minutos ya estoy arreglada y desayunando en la cocina, comienza la rutina. Un café con leche, un cigarro y lo primero que hago, como todas las mañanas, mirar el móvil ; no hay mensajes...
Por un momento siento rabia, pena, incluso ganas de llorar..
El whatsApp, gran invento, puedes ver a que hora fué la ultima a la que se conectó... y no! no se ha dignado a contestarte a tu ultimo mensaje de por la noche..
Cierro el WhatsApp, y me pongo a revisar el Facebook, para no pensarlo..
De repente veo el icono de que hay un mensaje nuevo, lo miro y si! pone su nombre, y un mensaje que pone "Buenos dias princesa"...
¿Por qué me hará tanta ilusión ver en la pantallita ese nombre?¿ Porqué salgo de casa cada mañana media hora antes simplemente para que me dé los buenos días en persona?
Esto tengo que cortarlo de raíz, lo he pensado desde el primer día.. pero soy débil, no puedo, intento ser borde, y el consigue que todo acabe como un juego de niños de siete años, en el que jugamos a ver quien quiere ser mas estúpido, siempre consigue hacerme sonreír....
Miro el reloj, ya llego tarde! si lo que quiero es verlo como cada mañana aunque solo sean 10 minutos tendré que salir pitando de casa...
Voy a la habitación y le doy un beso en la mejilla a la persona que está en la cama...
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